Ayer se realizó una de las marchas más violentas protagonizada por los estudiantes chilenos de secundario y universidad en protesta y reclamo por una educación pública gratuita y de calidad, lo que generó un fuerte rechazo por parte del gobierno del presidente Sebastián Piñera.
Los disturbios se produjeron en la plaza Italia de Santiago, cuando los carabineros intentaron frenar una movilización no autorizada de unos 4000 estudiantes, convocada por la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) y apoyada por los universitarios. La protesta paralizó la ciudad y dejó varios carabineros heridos, decenas de detenidos, tres micros del Transantiago quemados y millonarios daños y destrozos. En principio se habla de 49 heridos y 75 detenidos.
"¡Hasta cuándo los vamos a soportar! Nadie está por sobre la ley. Los dirigentes estudiantiles saben los efectos que se van a producir, saben que están abriendo las puertas al vandalismo y la delincuencia [?] No pueden eximirse de la responsabilidad que tienen en estas convocatorias ilegales", reaccionó con virulencia el vocero del gobierno, Andrés Chadwick, quien amenazó con aplicarles "todo el rigor de la ley". Cada jueves de junio se estuvieron manifestando mas de 200,000 personas-
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